LAS COSMOVISIONES COMO ESPACIOS DE CONFLICTO
En su obra Terror in the Mind of God, el sociólogo Mark Jergensmeyer ha propuesto un modelo analítico del terrorismo que incluye procesos ascendentes de satanización del enemigo ideológico, y el desarrollo gradual de la idea de una guerra cósmica donde el terrorismo ocurre hasta los últimos estadios 50.
50 Mark Jergensmeyer, Terror in the Mind of God: The Global Rise of Religious Violence. (Berkeley: University of California Press, 2000).
La polarización comienza con la percepción de que la humanidad se ha desviado y de la ausencia de opciones para revertir la situación. Después se pasa a la fase de satanización del enemigo o responsable de la condición del mundo. Jergensmeyer describe por qué y cómo se sataniza, por ejemplo, a Estados Unidos en determinados sectores del mundo árabe. Basándose en entrevistas con terroristas encarcelados, en su mayoría pertenecientes a agrupaciones extremistas islámicas, y en declaraciones de personas que eventualmente cometerían actos de terrorismo, concluye que éstos piensan que Estados Unidos es culpable de los siguientes actos:
a) Mantener en el poder a gobiernos árabes que no son islámicos y tratar de destruir a los legítimos movimientos islámicos (El del sheik Omar Abdul Rahaman, sería un ejemplo).
b) Crear y propagar una cultura secular moderna. Muchos mullahs enseñan que Estados Unidos es la capital del imperio de Satanás y que promueve a propósito valores inmorales para destruir a otras culturas.
c) Al igual que el ayatola Jomeini, muchos musulmanes hoy en día consideran que los líderes económicos de Estados Unidos no tienen creencias religiosas y que eso es muy peligroso.
Notemos que el factor religioso, en tensión con el secularismo, ocupa un lugar central en las tres percepciones anteriores.
LA GUERRA CÓSMICA
El cuarto paso en el análisis de Jergensmeyer es la idea de la guerra cósmica, una guerra en la cual Dios favorecerá al grupo extremista. Por ello y a pesar de toda evidencia contraria, se cree que dicha guerra será ganada.
El estadio final de este proceso es el de diversos actos simbólicos, incluyendo actos de terrorismo, donde los que los cometen pueden representar simbólicamente la importancia de la lucha y demostrar su propio poder. El escenario donde se desarrollan dichos actos tiene simbolismos múltiples.
Rapoport ha observado que el control de territorio define la autoridad pública y muchos grupos étnico-religiosos han ganado su identidad por su asociación con el control de algunos lugares específicos51. Varias especulaciones se han hecho sobre el simbolismo de la fecha septiembre 11 y del vuelo número 11 de American Airlines que fue el primero en estrellarse contra el WTC, pero aún no se puede concluir nada definitivo. El motivo de las especulaciones tienen que ver con el significado del tiempo y su vinculación con los designios divinos. Espacio y tiempo son importantes símbolos en este contexto52.
51 David C. Rapoport. “Observations on the Importance of Space in Violent Ethno-Religious Strife”. Ponencia sobre violencia y conflictos étnicos en la Universidad de California, Riverside. 28 de abril de 1995.
52 Pues se intersectaría con la voluntad divina que permite o provoca la catástrofe. Las coincidencias numéricas entonces dejarían de serlo, convirtiéndose más bien en un mensaje codificado tanto para iniciados como para observadores del fenómeno con inclinaciones esotéricas.
INCREMENTO EN EL NÚMERO DE GRUPOS TERRORISTAS RELIGIOSOS
En 1968, de once grupos terroristas importantes en todo el mundo, ninguno fue clasificado como motivado por creencias religiosas. En 1994, nos recuerda Hoffman, se identificó a cuarenta y nueve grupos de terroristas internacionales y se clasificó a un tercio de ellos como motivados por creencias religiosas. En ese mismo estudio la Rand Corporation consideró a estos grupos terroristas motivados por creencias religiosas como los grupos que más probablemente utilizarán armas de destrucción masiva53. Hoffman también dijo que en ese estudio, de la Rand Corporation hubiera habido más grupos terroristas considerados religiosos si se hubiesen contado aquellos motivados parcialmente por credos religiosos.
Este terrorismo motivado por creencias, de acuerdo con la politóloga de Harvard, Jessica Stern, tiene sus raíces históricas en actos de asesinato, regicidio, y tiranicidio, como aquellos perpetrados por los Zelotes (Siglo I e. C), grupo judío del siglo primero e. C., y los Ismailis-Nizari (1090-1275 e. C). Sin embargo, de acuerdo con Stern y otros muchos historiadores, en la época moderna el terrorismo había tenido mayormente raíces seculares. No es sino hasta finales del siglo veinte cuando se nota un resurgimiento del terrorismo motivado por las creencias religiosas54.
53 Bruce Hoffman, “Viewpoint: Terrorism and WMD: Some Preliminary Hypotheses, Nonproliferation Review , Spring-Summer, 1997, p.48.
54 Jessica Stern. The Ultimate Terrorists. Cambridge, MA: Harvard University Press, 2001, p.17.
Stern coincide con Hoffman en que es más probable que los terroristas motivados por creencias religiosas utilicen armas de destrucción masiva, particularmente biológicas, porque creen que están emulando a Dios o siendo instrumentos para castigar a aquellos que merecen juicios terribles, a través de plagas, por ejemplo. Otra razón es lo que la doctora Stern llama “tensión del milenio” donde la idea es purificar a la actual sociedad decadente para que así pueda surgir una nueva edad de oro para la humanidad. Vinculada con la anterior, está también la necesidad de matar personas en grandes cantidades para lograr dichos propósitos rápidamente. Por ejemplo, cuando terroristas islámicos colocaron una bomba en el World Trade Center, en 1993, de acuerdo con algunos elementos del FBI los terroristas pusieron cianuro con los explosivos. Pero el cianuro se quemó en vez de vaporizarse. Si esto no hubiese sucedido, hubiesen muerto más de 50 mil personas. O sea, decenas de miles de personas parecen haberse salvado debido a un error técnico. Algo similar ocurrió, está comprobado, en el caso de los ataques al metro de Tokio por parte de la secta apocalíptica japonesa La Verdad Suprema55.
La habilidad de las agencias de seguridad para investigar y prevenir ataques terroristas en potencia, depende de que se determine y establezca objetivamente con certeza razonable que la violencia terrorista va a ocurrir. Esto es posible solamente si los responsables de analizar estos fenómenos tienen un conocimiento profundo, no sólo de la capacidad logística y financiera, sino de la mentalidad, creencias, estructuras y dinámicas internas de estos movimientos.
¿UN ARMAGEDÓN SECTARIO?
En 1999, el investigador Robert Jay Lifton, vislumbró en su libro sobre globalización y terrorismo, una humanidad cada vez más polarizada e inmersa en conflictos totalitarios y un aumento de conflictos apocalípticos, con sectas religiosas extremistas jugando papeles cada vez más notorios56. De acuerdo con este escenario, Lifton no descarta la posibilidad de un Armagedón nuclear provocado por gurús totalitarios, motivados por teologías dualistas y extremas. Los resultados de las investigaciones de quien es considerado un pionero en el ámbito del totalitarismo, dictaduras militares y manipulación religiosa, fueron en su momento ciertamente perturbadores. Para otros, escenarios tan sombríos se antojaban como mera ficción e incluso alarmistas.
Después de la mañana del 11 de septiembre de 2001, nadie tiene dudas del insospechado impacto que los proyectos teocráticos militarizados pueden tener para el curso de la historia contemporánea.
55 Ibíd.; p. 76.56 Robert Jay Lifton. Destroying the World to Save it: Aum Shinrikyo, Apocaliptic Violence, and the New Global Terrorism. New York: Metropolitan, 1999.
Dr. Jorge Erdely.Oxford Theological Foundation Fellow. Centro de Investigaciones del Instituto Cristiano de México.
Dra. Lourdes Argüelles.Departamento de Educación. Claremont Graduate University, California.
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