A lo largo de la historia se han contado relatos de ciertas persona con tanta frecuencia o con tanta pasión, que los hombres y mujeres que las protagonizaban se convertían en leyendas; las historias sobres sus hazañas transmitían ilusión y confianza. A veces, sus historias se mezclaban con mitos y leyendas más antiguos. Las historias de algunos santos desempeñan un papel especial en nuestras vidas, convirtiéndose en la piedra angular de fiestas y festivales. Como si fueran auténticos iconos, hay santos que nos protegen en tiempos de problemas o cuando hemos de enfrentarnos a lo misterioso.
San Valentín y San Nicolás son dos ejemplos conocidos de santos cuyas conmemoraciones tienen su origen en festividades antiguas; las Iglesia considero necesario mantener la festividad, pero modificando el motivo de la misma.
En los albores del desarrollo del cristianismo, a veces se daba el caso de que era imposible desarraigar de la tradición popular algunos antiguos iconos culturales; hubo historias que tomaron forma a partir de relatos antiguos, como la de San Jorge derrotando al dragón o la de San Cristóbal llevando niños a otro lado del rió, para crear nuevas figuras legendarias. Las nuevas historias se grabaron en la memoria de la gente, y los santos populares reemplazaron a héroes más antiguos.
SAN JORGE
San Jorge aparece asociado a muchas historias; la más conocida de estas es la que habla de un dragón, que vivía en un lago de Libia. Ejércitos enteros se habían enfrentado a la feroz criatura, experimentando dolorosas derrotas. El monstruo devoraba dos ovejas cada día, y cuando estas escaseaban las ovejas eran reemplazadas por doncellas. Fue entonces cuando San Jorge llego a este desdichado país.
Al escuchar la historia un día en que una princesa estaba a punto de ser pasto del dragón, se santiguo y cabalgo a luchar contra el dragón, matándole con un solo golpe de su lanza. A continuación, Jorge se dirigió a la muchedumbre con un magnifico sermón, convirtió a los aldeanos y fue ampliamente recompensado por el rey, recompensa que repartió entre los pobres antes de marcharse cabalgando.
Merced a su caballeroso comportamiento, la devoción a San Jorge se hizo extremadamente popular el Europa. En el siglo XV, su festividad era tan popular como la navidad.
SAN CRISTOBAL
Cristóbal era un hombre de grandes dimensiones, y estaba tan orgulloso de su tamaño y su fuerza que solo serviría al monarca más poderoso del mundo. Una vez se había propuesto a encontrar a ese hombre, sirvió a su rey hasta que le vio hacer la señar de la cruz al mencionar al demonio. Entonces, comenzó a servir a Satanás, creyendo que era más poderoso. Cuando vio a Satanás estremecerse ante la visión de una cruz, continuo su búsqueda y finalmente encontró a un ermitaño que le hablo de la fe cristiana. Cristóbal se negó a vivir en oración y en ayuno, pero el ermitaño le dijo que si no podía adorar, podía servir; entonces, le llevo hasta un rió y le dijo que llevara sobre los hombros a todo aquel que deseara cruzar.
Cristóbal arranco una rama para emplearla como bastón, y se dedico día y noche a llevar a todos aquellos que deseaban cruzar al otro lado. Una noche, un niño se le acerco, Cristóbal le subió sobre sus hombros y se introdujo en el rió; la aguas crecieron, el viento comenzó a rugir y el chico comenzó a volverse más y más pesado. Cuando consiguieron llegar a la orilla el niño le dijo a Cristóbal que aquel al que había llevado sobre sus hombros era el creador del mundo; Cristóbal se sumió en la oración y comenzó alabar a los cristianos, diciéndoles que su nombre era Cristóbal porque había llevado a Cristo sobre sus hombros.
SAN VALENTIN (¿?- 270)
En los albores del cristianismo, el emperador romano Claudio estableció que relacionarse con cristianos era un delito castigado con la muerte. En aquel tiempo, había un hombre llamado Valentín que vivía entregado a Cristo, y ni siquiera la amenaza de la muerte había conseguido apartarle de practicar sus creencias. A veces se dice que casaba a jóvenes parejas que se amaban, pero no contaban con su permiso de sus padres. En el año 270 Valentín fue arrestado y condenado a morir.
Durante el transcurso de las últimas semanas de su vida, un carcelero llamó a la puerta de su celda, llevando en brazos a su hija ciega, Julia, y suplico a Valentín que tratara su ceguera; Valentín le dio su palabra de que haría todo lo que estuviera en su mano. Paso mucho tiempo con Julia y la instruyo sobre Jesús, aunque fue incapaz de curar su ceguera.
En víspera de su muerte, Valentín escribió una carta de despedida para Julia, instándola a permanecer cerca de Dios. La condena a muerte se cumplió al día siguiente, 14 de febrero. Cuando Julia abrió la carta, firmada por “tu Valentín”, su ceguera desapareció de forma milagrosa.
SAN NICOLAS DE MYRA (270- 345)
Nicolás, que ejercía de Obispo en Asia Menor, era generoso con los pobres, y protegía de manera especial a los inocentes y a los que fueron tratados injustamente. Al su alrededor se crearon muchas historias antes de que se convirtiera en Santa Claus.
Cuando escucho que un hombre estaba pasando por momentos tan complicados que estaba planeando vender a sus hijas para que estas se dedicaran a ejercer la prostitución, Nicolás acudió por la noche a la casa, y lanzo por la ventana tres bolsas de oro, salvando así a las muchachas.
Otra historia cuenta que resucito a tres jóvenes que habían sido asesinados; esto le convirtió en el patrón de los niños.
Durante una travesía hacia tierra santa, se cuenta que se desato una terrible tormenta, poniendo en peligro el barco en el que el navegaba; entonces, rezo, y la tormenta amaino. Por este motivo, es también patrón de los marineros.
SANTA JUANA DE ARCO (1412- 1431)
Juana de Arco nació en el seno de una familia muy beata, perteneciente a la clase campesina francesa. A una edad muy temprana, Juana comenzó a escuchar las voces de varios santos, como San Miguel, San Catalina y San margarita.
Al principio, los mensajes no eran íntimos ni específicos, pero más tarde se convirtieron en órdenes: a Juana se le ordeno que se presentara ante la ley de Francia y le ayudara a recuperar su reino, ya que el rey ingles de aquella época estaba ayudando a los nobles franceses a derrocar al monarca.
Tras superar la oposición del clero y los cortesanos, a la niña, de diecisiete años, se le entrego una pequeña arma con la que consiguió una serie de increíbles éxitos militares. Finalmente, el rey fue coronado, con Juana de Arco sentada junto a él. Poco tiempo después fue capturada y vendida a los ingleses; los franceses no hicieron nada para salvarla, y tras meses de cautiverio fue llevada ante un tribunal ante el que se negó a retractarse de su afirmación en la que sostenía que fueron los santos de Dios los que habían ordenado que hiciera lo que hizo y fue condenada a muerte por hereje, por adultera y por practicar brujería, y fue quemada en la hoguera.
En los albores del desarrollo del cristianismo, a veces se daba el caso de que era imposible desarraigar de la tradición popular algunos antiguos iconos culturales; hubo historias que tomaron forma a partir de relatos antiguos, como la de San Jorge derrotando al dragón o la de San Cristóbal llevando niños a otro lado del rió, para crear nuevas figuras legendarias. Las nuevas historias se grabaron en la memoria de la gente, y los santos populares reemplazaron a héroes más antiguos.
SAN JORGE
San Jorge aparece asociado a muchas historias; la más conocida de estas es la que habla de un dragón, que vivía en un lago de Libia. Ejércitos enteros se habían enfrentado a la feroz criatura, experimentando dolorosas derrotas. El monstruo devoraba dos ovejas cada día, y cuando estas escaseaban las ovejas eran reemplazadas por doncellas. Fue entonces cuando San Jorge llego a este desdichado país.
Al escuchar la historia un día en que una princesa estaba a punto de ser pasto del dragón, se santiguo y cabalgo a luchar contra el dragón, matándole con un solo golpe de su lanza. A continuación, Jorge se dirigió a la muchedumbre con un magnifico sermón, convirtió a los aldeanos y fue ampliamente recompensado por el rey, recompensa que repartió entre los pobres antes de marcharse cabalgando.
Merced a su caballeroso comportamiento, la devoción a San Jorge se hizo extremadamente popular el Europa. En el siglo XV, su festividad era tan popular como la navidad.
SAN CRISTOBAL
Cristóbal era un hombre de grandes dimensiones, y estaba tan orgulloso de su tamaño y su fuerza que solo serviría al monarca más poderoso del mundo. Una vez se había propuesto a encontrar a ese hombre, sirvió a su rey hasta que le vio hacer la señar de la cruz al mencionar al demonio. Entonces, comenzó a servir a Satanás, creyendo que era más poderoso. Cuando vio a Satanás estremecerse ante la visión de una cruz, continuo su búsqueda y finalmente encontró a un ermitaño que le hablo de la fe cristiana. Cristóbal se negó a vivir en oración y en ayuno, pero el ermitaño le dijo que si no podía adorar, podía servir; entonces, le llevo hasta un rió y le dijo que llevara sobre los hombros a todo aquel que deseara cruzar.
Cristóbal arranco una rama para emplearla como bastón, y se dedico día y noche a llevar a todos aquellos que deseaban cruzar al otro lado. Una noche, un niño se le acerco, Cristóbal le subió sobre sus hombros y se introdujo en el rió; la aguas crecieron, el viento comenzó a rugir y el chico comenzó a volverse más y más pesado. Cuando consiguieron llegar a la orilla el niño le dijo a Cristóbal que aquel al que había llevado sobre sus hombros era el creador del mundo; Cristóbal se sumió en la oración y comenzó alabar a los cristianos, diciéndoles que su nombre era Cristóbal porque había llevado a Cristo sobre sus hombros.
SAN VALENTIN (¿?- 270)
En los albores del cristianismo, el emperador romano Claudio estableció que relacionarse con cristianos era un delito castigado con la muerte. En aquel tiempo, había un hombre llamado Valentín que vivía entregado a Cristo, y ni siquiera la amenaza de la muerte había conseguido apartarle de practicar sus creencias. A veces se dice que casaba a jóvenes parejas que se amaban, pero no contaban con su permiso de sus padres. En el año 270 Valentín fue arrestado y condenado a morir.
Durante el transcurso de las últimas semanas de su vida, un carcelero llamó a la puerta de su celda, llevando en brazos a su hija ciega, Julia, y suplico a Valentín que tratara su ceguera; Valentín le dio su palabra de que haría todo lo que estuviera en su mano. Paso mucho tiempo con Julia y la instruyo sobre Jesús, aunque fue incapaz de curar su ceguera.
En víspera de su muerte, Valentín escribió una carta de despedida para Julia, instándola a permanecer cerca de Dios. La condena a muerte se cumplió al día siguiente, 14 de febrero. Cuando Julia abrió la carta, firmada por “tu Valentín”, su ceguera desapareció de forma milagrosa.
SAN NICOLAS DE MYRA (270- 345)
Nicolás, que ejercía de Obispo en Asia Menor, era generoso con los pobres, y protegía de manera especial a los inocentes y a los que fueron tratados injustamente. Al su alrededor se crearon muchas historias antes de que se convirtiera en Santa Claus.
Cuando escucho que un hombre estaba pasando por momentos tan complicados que estaba planeando vender a sus hijas para que estas se dedicaran a ejercer la prostitución, Nicolás acudió por la noche a la casa, y lanzo por la ventana tres bolsas de oro, salvando así a las muchachas.
Otra historia cuenta que resucito a tres jóvenes que habían sido asesinados; esto le convirtió en el patrón de los niños.
Durante una travesía hacia tierra santa, se cuenta que se desato una terrible tormenta, poniendo en peligro el barco en el que el navegaba; entonces, rezo, y la tormenta amaino. Por este motivo, es también patrón de los marineros.
SANTA JUANA DE ARCO (1412- 1431)
Juana de Arco nació en el seno de una familia muy beata, perteneciente a la clase campesina francesa. A una edad muy temprana, Juana comenzó a escuchar las voces de varios santos, como San Miguel, San Catalina y San margarita.
Al principio, los mensajes no eran íntimos ni específicos, pero más tarde se convirtieron en órdenes: a Juana se le ordeno que se presentara ante la ley de Francia y le ayudara a recuperar su reino, ya que el rey ingles de aquella época estaba ayudando a los nobles franceses a derrocar al monarca.
Tras superar la oposición del clero y los cortesanos, a la niña, de diecisiete años, se le entrego una pequeña arma con la que consiguió una serie de increíbles éxitos militares. Finalmente, el rey fue coronado, con Juana de Arco sentada junto a él. Poco tiempo después fue capturada y vendida a los ingleses; los franceses no hicieron nada para salvarla, y tras meses de cautiverio fue llevada ante un tribunal ante el que se negó a retractarse de su afirmación en la que sostenía que fueron los santos de Dios los que habían ordenado que hiciera lo que hizo y fue condenada a muerte por hereje, por adultera y por practicar brujería, y fue quemada en la hoguera.
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