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Antigua Asia Menor. Ver mapa más grande

Asia Menor. Península de Asia occidental, situada entre el mar Negro y el Mediterráneo, llamada antiguamente Anatolia. Por el E su estructura alcanza hasta el Éufrates; su litoral O es vecino del archipiélago Egeo y al NO la separan de Europa los Dardanelos, el mar de Mármara y el Bósforo. Tiene 750 000 km2 y forma una vasta meseta de 600 a 1 000 m de altura con zonas montañosas al N y al S. Políticamente pertenece a Turquía.
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Welcome to Twig QUMRÁN: "! Bienvenido a QUMRÁN.Orar a Alah, Yahvé Jehová,por el respeto por las diferencias y la paz en el mundo. Por la misericordia bondad de Dios y fe..“Un gran hombre demuestra su grandeza por el modo en que trata a los que son o tienen menos que él”..¡.. "Creemos en el diálogo, paciente, verdadero, razonable: diálogo para la búsqueda de la paz, y también para evitar los abismos que dividen culturas y pueblos y que preparan graves conflictos"Asìs.Es evidente que, impresionantes números de personas mueren repetidamente cuando depositan su confianza en mentiras y mentirosos. Y casi siempre los mentirosos en el poder se encuentran en situaciones difíciles como consecuencia de su gran caso omiso de los hechos,Laura Knight-Jadczyk Somos una fuente de información con formato y estilo diferente 2010. El siervo de Cristo no lo es por propia iniciativa, sino por elección de Jesús.

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Valle De Los Reyes, Egipto

viernes, septiembre 01, 2006

ADÁN EL PADRE DE LA DESOBEDIENCIA A DIOS

Adán significa barro, barro amarillo, tierra roja, símbolo de esterilidad.

La Biblia en su primer libro, el Génesis, dice: “Dios formó al hombre del polvo de la tierra”.

De esta tierra, por el creada, tierra amarilla, tierra estéril, Dios forma al primer hombre y le dio el nombre de Adán. Esto sucedió en los lejanos días de la creación.

Sin embargo, esta tierra amarilla, rojiza, estéril se torno en tierra fértil ante el soplo de Dios. Dice el Génesis: “Formo Dios al hombre del polvo de la tierra, y soplo en su nariz aliento de vida, y fue el hombre (Adán) un ser viviente”.

Este ser viviente estaba llamado por Dios al desarrollo de grandes misiones a través de los siglos; la primera de estas misiones fue el trabajo el hombre encontraría descanso, solaz, pan y oportunidades para contribuir al embellecimiento de lo creado. El Génesis dice: “Tomo Dios al hombre (Adán) y lo puso en el Huerto de Edén, para que lo labrar y guardase”. Labrar es oficio de campo, del agro; guardar, lo es vigilancia. Trabajar, vigilar... He ahí la primera misión que Dios le confió al hombre en los mismos albores de la creación.

Dios llamo al hombre para que fuese coronado como rey de la creación. He aquí como este ser, no importa la humildad de su origen, oyó con emoción estas palabras: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señored en los peces de la mar, en las aves de los cielos, y en las bestias que se mueven sobre la tierra”.

Adán acepto la comisión, tomo posesión de su reino. Haciendo uso de la inteligencia empezó a trabajar, a trabajar con el cerebro el hombre es un trabajador intelectual) y empezó a poner nombres a todos los seres creados.

Dios no quiso que este ser, sacado de la estéril tierra, se diese a vagar por senderos de rebeldía, y le dicto leyes, lees divinas, leyes naturales. Oíd esta Ley: “Mas del árbol de la ciencia, del bien y del mal, no comerás”. El hombre, pues quedo sometido al dulce yugo de las ordenanzas divinas. Si las quebranta sufrirá castigo. Si se somete a ellas, hallara el bien. Así ha sucedido a lo largo de la historia.

Al ver Dios que este hombre estaba solo dijo “No es bueno que el hombre este solo; le haré ayuda idónea para él. Y formo a la mujer. De esta unión nación el hogar, sitio de ideal felicidad.

Dios gozaba viendo la hermosura y perfección de todo cuanto había creado.

En ese momento entro Satanás en el escenario de la vida humana. Sedujo a la primera pareja, arrojo al hombre del paraíso, culpable de haber desobedecido la ley divina: “Del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de el comieres, ciertamente morirás”.

El hombre fue arrojado del paraíso. Fuera de los muros de la felicidad, ahora tiene que ganarse el pan con el sudor de su frente, labrando la tierra estéril de donde fue tomado.

Dios no es un actor pasivo en el drama de la vida humana. En el sacrificio de Cristo hace posible para el hombre un nuevo sendero de prosperidad, prosperidad que tiene su cúspide en el cielo. Bien lo dijo el poeta:

“Desde el polvo del suelo hasta los cielos, solo la cruz de Jesucristo alcanza”.

EVA UNA VERDADERA Y FIEL MUJER COMO ESPOSA




En la Biblia, es el nombre de la primera mujer, esposa de Adán. Su nombre quiere decir. Madre de todos los vivientes.

Es bien curioso que este nombre le fue puesto a la primera mujer un poco después de la caída, exactamente cuando en los oídos de Adán acababa de resonar esta sentencia: “Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás”.

Eva, dice la Biblia fue creada para que fuese compañera del hombre y su ayuda idónea... ¡Bendita misión esta de la mujer..!Acompañar al hombre, destruyendo así la soledad... ¡La soledad, dicen muchos, es hermosa, pero ¡qué triste es vivir en soledad! El hombre ha sido creado para vivir en sociedad, pero la mas dulce, la mas grata de todas estas sociedades es la sociedad conyugal.

Eva fue una verdadera y fiel esposa. Cierto que de ella se valió Satanás para romper la armonía del universo, cierto que su marido la acusa ante Dios. En otras palabras, Eva fue la esposa fiel. Cumplió a cabalidad su misión de compañera, acompaño al esposo en horas de luz y en horas de dolor. La Biblia dice: “Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín...” Después nación Abel, hermano de Caín, y años después vio la luz Set, el hijo según la semejanza de Adán. Continua la Biblia: “Fueron los días de Adán después que engendro a Set, ochocientos treinta años, y engendro hijos e hijas”.

CAÍN PROTOTIPO DE HOMBRES DEL MUNDO MODERNO


Caín es el primer hombre nacido de mujer. Ante la cuna de Caín se escucho por primera vez la palabra hijo. Años después de los labios de este niño, saldría llena de dulzura la palabra madre.

Caín llamado para ser vida y transmitirla, derrama la muerte al quitar la vida física a su hermano menor... oigamos esta triste narración: “Aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miro con agrado Jehová a Abel y a su ofrenda; pero no miro con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensaño Caín en gran manera, y decayó su semblante. Entones Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado y por que ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? Y si no hicieres bien, el pecado esta a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tu te enseñorearas de él. Y dijo Caín a su hermano Abel: salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levanto contra su hermano Abel, y lo mató. Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde esta Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Cuando labres la tierra, no té volver a dar su fuerza: Errante y extranjeros serás en la tierra. Y dijo Caín a Jehová: grande es mi castigo para ser soportado...”

ABEL EL TIPO RECHAZADO POR LOS PSICOLOGOS

De Abel (segundo hijo de Adán) habla poco la Biblia. Simplemente dice que fue pastor de ovejas y que, en calidad de ofrenda, presento ante Dios lo mejor de sus rebaños. Por esta ultima causa perdió la vida a manos de Caín, su hermano.

Al nacer Caín, Eva grito emocionada: “He adquirido un varón con la ayuda del señor”, pero al nacer Abel, guardo silencio. La Biblia también guarda silencio al no recoger expresión alguna de dolor, tomada de los labios de Eva, ante la muerte del segundo de sus hijos.

Parece que Abel fue uno de aquellos hombres que por su modo de ser (tímido, retraído, silencioso) llaman poco la atención de sus semejantes. Los psicólogos no lo aceptarían en su medio: Era ingenuo, incapaz de leer en el rostro de Caín, el odio que contra él hervía en el alma de su hermano. Cándido, acepto sin malicia alguna, la invitación al campo donde encontró la muerte. Los defensores del honor y de la vida por medio de la fuerza, también se reirán de Abel. Perdió la vida en forma violenta, sin levantar la mano en su defensa.

Abel, según el texto bíblico antes anotado, (Hebreos 1:4), fue un hombre de profunda y sincera fe:”por fe Abel ofreció...”. Ofreció lo mejor de sus ganados. Su fe estaba totalmente puesta en Dios, porque al llevo ofrendas; Se manifestó en realidades, en obras, llevando a ese Dios que tanto amaba, parte de cuanto del había recibido. Además dice la Biblia, fue un hombre justo y de esa justicia da testimonio el mismo Dios. Como si lo anterior fuese poco, esa fe, esa justicia y esas ofrendas siguen diciendo a todas las generaciones, a lo largo de la historia, que este hombre de vida breve, pacifico, creyente y bueno es uno de los grandes de la humanidad.

Abel nunca hizo una acción alguna para llamar la atención de sus semejantes, pero si una (la ofrenda) que llamo la atención a Dios. En este caso, la vida de Abel fue un anticipo de la doctrina que hoy leemos en las siguientes frases del sermón de la montaña: “Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres para ser visto de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que esta en los cielos. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas, para ser alabados de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú cuando des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en secreto te recompensara en publico”.

He ahí la vida breve (breve pero fecunda) de un hombre que no supo cautivar el corazón de sus semejantes, que no arranco palabras de alabanza y que de su hermano sólo alcanzo la muerte. Si, no recibió alabanza de los hombres, pero la recibió de Dios.

LAMEC EL PADRE DE LA FILOSOFIA DEL MACHISMO

Lamec es nombre poco conocido. Era chozno de Caín. Como bien dice el refrán: de tal palo tal astilla, este Lamec resulto perfecta astilla del carácter de Caín.

Lamec tiene en su contra el hecho de haber tomado para sí dos mujeres, lo cual quiere decir que es el padre de la bigamia. Dios había establecido que una mujer compañera idónea bastaría para cada hombre; Lamec corrigió la plana tomando dos mujeres para sí. Esta costumbre, como bien lo sabemos, es muy censurada por las sociedad moderna desde tiempos inmemoriales.

El hecho de compartir su ser entre dos mujeres produjo en Lamec un raro tipo de hombre, un esposo mandón. La mujer solo tiene el derecho de oír y obedecer. La filosofía del machismo tuvo en Lamec su origen. En forma altanera grita: “ Oíd mi voz, mujeres de Lamec”. Eso, como es natural, puede producir la separación en el matrimonio, o la esposa sumisa, sometida, esclavizada. Lamec, con esa actitud, pone sobre el bello sexo la primera cadena de esclavitud de la cual vino Cristo a rescatarlo.

Además del machismo, en el alma de Lamec existía un terrible espíritu de venganza. Al grito anterior sometiendo a sus mujeres, Lamec agrega: “Un varón matare por mi herida, y un joven por mi golpe. Si siete veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces siete lo será”. Con esta actitud Lamec resulta ser el padre de la venganza. Poligamia esclavitud de la mujer y venganza, he ahí las malas filosofías introducidas en el mundo por Lamec, perfecta astilla del carácter de Caín.

Al hogar de Lamec, o mejor dicho, a los hogares de Lamec, llegaron tres hijos varones y una niña. De la niña, la historia guarda silencio. De los hijos dice: “Ada dio a luz a Jabal, el cual fue el padre de los que habitan en tiendas y crían ganados, y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue el padre de todos los que tocan arpa y flauta. Y Si la también dio a luz a Tubalcain, artífice de toda obra de bronce y de hierro...” un agricultor, un músico y un guerrero fueron los hijos de Lamec. Seguramente que el balar de las ovejas, unido al golpe del martillo y al sonido de la flauta producían una admirable canción, canción producida por un hombre del agro, un poeta y un obrero...

SET TERCER HIJO DE ADAN Y EVA FUERA DEL EDÉN

Set, hijo tercero de Adán y Eva, nació fuera del Edén en época en que Adán ex rey de la creación posiblemente se dedicaba al cultivo de la tierra.

Alegría, adoración y satisfacción, he ahí las tres palabras que sintetizan los temas que volvieron a la realidad en tono a la cuna de Set.

Ciertamente el nacimiento de este niño derramo un cántaro de alegría sobre el corazón de Eva, hasta entonces entristecido a causa de la muerte de Abel y la ausencia de Caín, el fraticida.

Con el nacimiento de Set las cosas cambian. Un nuevo hijo llega al regazo de la madre. Ella se entusiasma y expresa su alegría diciendo: “Dios me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mato Caín. Su corazón cantaba lleno de placer nuevamente el gozo de la maternidad empezó a sacar arrullos del corazón de la primera mujer.

Set, en el lenguaje de aquella época, significa sustitución. Nombre del tercer hijo de Adán en otras palabras: Arreglo de una crisis, segundo punto de partida hacia la vida, después de una aparente derrota.

ENOC EL PRIMER HOMBRE AMIGO DE DIOS

En el capitulo cinco de Génesis sobresale el nombre de Enoc, como el primer hombre que no conoció a muerte. El Génesis dice: “Camino, pues, Enoc con Dios y desapareció, porque le llevo Dios”. El autor de la Epístola a los Hebreos dice: “Por la fe Enoc fue transpuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo transpuso Dios; y antes de que fuese transpuesto tuvo testimonio de haber agradado a Dios”.

Según lo anterior Enoc fue un hombre de fe, un hombre que agrado a Dios, un hombre que camino con Dios, que fue intimo amigo de Dios, o como lo dicen Bover y Cantera traductores bíblicos “Vivió por su conducta, en unión intima con él”, mantuvo trato intimo con Dios”, o “fue grato a Dios”. Por eso Dios se lo llevo para que no conociese la muerte.

a vida de Enoc, pues es la más notable victoria de la vida sobre la muerte. Y esta vida sin ver muerte la obtuvo por medio a la fe. Años después lo dijo el profeta: “Mas el justo en su fe vivirá”. Lo cual añade una nueva cualidad al carácter de Enoc: la justicia. Ciertamente la fe es asunto indispensable en la prolongación de la vida, de la vida eterna, que es lo principal. Enoc creyó en Dios y por eso no vio la muerte.

La fe en Dios fue semilla de vida para Enoc, pero antes que esto, es necesario detenernos para contemplar otro fruto de la fe de Enoc, padre de Matusalén: la amistad con Dios. Sobre este tema tan importante la Biblia dice: “Y camino Enoc con Dios, después que engendro hijos e hijas... camino pues, Enoc con Dios y desapareció, porque le llevo Dios”. En la tierra, este amigo de Dios que fue Enoc, vivió trescientos setenta y cinco años...

Enoc es el primero en la larga serie de hombres que han caminado con Dios y se han convertido en tímidos amigos suyos. Dios les ha revelado sus secretos, razón por la cual se han convertido en guías de la humanidad.

BABEL LA CULTURA MATERIALISTA SIN DIOS

La narración bíblica que nos describe el desarrollo cultural a que había llegado la humanidad en los días de Babel, es breve, pero se nos presenta llena de sublimes verdades. En síntesis la primera parte del capitulo once del Génesis nos narra la historia de una sociedad progresiva, vigorosa, entusiasta, colmada de aspiraciones y realidades. En el aspecto puramente humano, la humanidad había llegado a una envidiable cima de prosperidad, formando claro contraste con aquella época corrupta en que vivió Noé.

La unidad era la cualidad sobresaliente en los constructores de Babel. Tenían dice la Biblia una sola lengua y en esa lengua unas mismas palabras. Un día se dieron a viajar, seguramente en busca de estabilidad... viajaban todos, unidos, juntos. Después de larga búsqueda, hallaron una llanura en tierras de Sinar, y se establecieron allí. La seguridad social empezó a reinar sobre esa comunidad entusiasta, trabajadora, soñadora.

Los pobladores de Babel se dividieron en multitud de lenguas, gustos, pareceres, aspiraciones y esfuerzos. Y quedo el hombre solo, aislado, sin amistad... ¿Por qué? La Biblia misma nos ofrece tres causas del fracaso de aquella sociedad progresista, trabajadora, idealista. El materialismo es la primera causa. Era un grupo de gentes que soñaban, hacían planes y trabajaban sin tener en cuenta a Dios en forma alguna. El hombre acá en la tierra decía: Vamos hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego... un poco después: Vamos, edifiquemos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuésemos esparcidos sobre la faz de la tierra. Así pensaba el hombre sobre las fértiles llanuras de Sinar. Dios, arriba en el cielo observaba esta inquietud humana.

Los trabajadores de Babel, trabajaban sin reposo, ignoraban la única posibilidad para llegar al cielo. La sociedad constructora de Babel gozaba de perfectas relaciones humanas, pero carecía de cerebro para los grandes planes y de la capacidad para él dialogo con Dios. Babel era una cultura materialista. Toda cultura materialista tarde o temprano hallara la ruina.

NOE UN VARON CALIFICADO POR DIOS




NOÉ fue el primer hombre que se preocupo por el bienestar de sus semejantes. En los días de Cristo se le habría calificado como el buen samaritano. En nuestros días le llamaríamos buen vecino, la Sociedad Protectora de Animales lo tendría como uno de sus grandes colaboradores. Las sociedades dedicadas a combatir la muerte y derramar alivio sobre los menesterosos verían en Noé a uno de los grandes filántropos, al par de Luis Pasteur, Madame Curie, Alejandro Fleming y tantos otros salvadores de millares y millares de seres humanos. Estos combatieron la muerte por medio de procedimientos químicos, Noé lo hizo construyendo un arca. Todo es asunto de sistemas, herramientas, modos de lucha: el fin perseguido por todos ellos es uno solo: salvar la vida, calmar el dolor, servir al prójimo.


En la Biblia dice “Noé hallo gracia ante los ojos de Dios”, agregando después que era un varón justo perfecto en sus generaciones... por lo cual anduvo con Dios quien le hizo su confidente. Dios le mostró el peligro en que se hallaban los hombres a causa de la ola de inmoralidad que sobre ellos había caído. Ciertamente la humanidad estaba amenazada de muerte, no tanto bajo las aguas del Diluvio, sino la consecuencia de su desorden moral, lo cual había minado ya la salud física, la salud moral, la vida espiritual.


Noé siguió en los pasos de su antecesor, camino con Dios. Un día, Dios le revelo el remedio para salvar a la humanidad, diciéndole: “Hazte un arca de manera de gofer; harás aposentos en el arca, de cincuenta codos de anchura, y de treinta codos de altura. Una ventana hará al arca, y la acabaras a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero”.


Entra Noé en la arca. Lo acompañan su esposa, sus hijos y las esposas de sus hijos. También lo acompañan muchedumbres de seres irracionales, unos un tanto tímidos, otros felices y juguetones. Dentro del arca se encontraban los seres, semilla de una nueva humanidad. Noé lo sabia y se sentía feliz con tan precioso cargamento. Pasó el Diluvio, bajo cuyas aguas pereció toda cuanta no tenia remedio.

ABRAHAM EL PADRE DE LA FE



Federico Nietzsche, en su libro: así hablaba Zaratrustra, nos habla del regreso de su famoso personaje, quien después de voluntario aislamiento de diez años, vuelve a la ciudad para vivir en medio de los hombres. Al bajar de la montaña, en un recodo del camino se encuentra con un anciano anacoreta y entre ellos se inicia la siguiente platica: “¡A donde vas, Zaratrustra!” ” Yo (respondió este), amo a los hombres. Estoy hastiado de mi sabiduría, como la abeja que ha acumulado demasiada miel, necesito manos que se extiendan hacia mí”. Respondió el anacoreta: “No vayas a los hombres, quédate en el bosque. Antes que con ellos, vete con las bestias. ¿Por qué no quieres ser como yo, oso entre los osos, ave entre las aves? ¿Por qué me he venido yo a los bosques y a la soledad? ¿No era porque amaba demasiado a los? El hombre es para mi una cosa incompleta. El amor al hombre me mataría”.


Cosa interesante es notar que cuando Abrahán rompe su estrecha dependencia de Dios, sufre algunos fracasos. Tales son, por ejemplo, cuando tuvo temor de los egipcios a causa de sarai, cuando llevo consigo a Lot, etc. Pero la más elocuente demostración de la fidelidad de Abraham a su señor, esta en la conmovedora historia del sacrificio de Isaac, narrada en el Capitulo 21 del génesis. Tanto amo Abraham a su señor que no rehusó ofrecerle a Isaac en sacrificio; tanto amo Dios al hombre que tampoco rehusó el sacrificio de su hijo en las cumbres del calvario.


El amor al prójimo fue otra de las cualidades que adornaron el carácter de Abraham. Cuando Dios le ordeno dejar tierra y parentela para marchar a sitios para el desconocido, movido por el amor, llevo consigo a Lot, su sobrino. Este acto trajo problemas un poco después, problemas que Abraham resolvió como todo un caballero. Lot escogió lo mejor de la tierra, Abraham sin protesta alguna, tomo posesión de las cordilleras. Con su esposo, siempre se mostró fino. Cuando ella le reclamo lanzar a Ismael y a Agar de la casa, Abraham le obedeció, aunque fue este un paso difícil. Vivía profundamente enamorado de su esposa y a ella decía “ He aquí, reconozco que eres mujer de hermoso aspecto...” Cuando los reyes de Sinat, Elasar, Elam y Goim tomaron cautivo a Lot, Abraham descolgó su espalda, armo a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y siguió a los invasores hasta rescatar a su sobrino y a todo lo que a el pertenecía. Entonces se le apareció Melquicedec, para felicitarlo por esta acción en defensa de sus hermanos oprimidos.Con los vecinos, Abraham fue hombre sumamente culto. Al morir Sara, en tierra extranjera, compro a los hijos de Het un lugar para sepultarla. Los hijos de Het quisieron regalarle el lugar, pero Abraham lo rehusó, compro la cueva de Maacpela, donde sepulto a Sara, después de haber llorado por ella. Al ver tanta gallardía hacia ellos y tanto amor a su esposa, los hijos de Het dijeron: “Óyenos, señor nuestro, tú eres un príncipe de Dios en medio de nosotros”.


Abraham, (el amigo de Dios y el amigo del hombre) nació en Ur de Caldea, años después del diluvio. Vivió 175 años como predicador del amor en medio de los hombres. Murió en Palestina y fue sepultado junto a su esposa, en la cueva de Macpela, frente al encinar de Mamre, lugar favorito de su residencia.


ABRAHAM II Parte. La familia de Abraham moraba en Ur de los caldeos y eran idólatras. Con el paso del tiempo, las naciones descendientes de Noé, habían dado la espalda al conocimiento de Dios, se pervirtieron y oscurecieron muchas verdades originalmente transmitidas por la línea de los antiguos patriarcas, y se pervirtieron todas las creaciones naturales que Dios había creado (Romanos 1:18-32). Dios llama a Abraham para que se dirigiera a una tierra que él le mostraría. Por su respuesta de fe, vino a ser el padre de los creyentes, y el amigo de Dios. RUTA 1. UR. A la edad de 75 años recibe el llamado de Dios. Sale con su esposa Sarai, su padre y su sobrino Lot. Permanece allí hasta la muerte de su Padre. No será hasta la separación de Lot que empezará a cumplirse las promesas dadas a Abram (Génesis 13:14). 2. SIQUEM. Habitó 10 años en canaán antes de tomar a Agar como su concubina. Edifico altar a Jehová. 3. BET-EL. Erige otro altar invocando el nombre de Jehová. 4. EGIPTO. Desciende hasta aquella ciudad por causa del hambre. Vuelve a Canaán y se instala en Bet-el. Se separa de Lot por el aumento de las riquezas de Abram. 5. MAMRE. (EN HEBRÓN). Abram moró en aquel lugar al menos 15 años, luego de separarse de Lot. 6. NEGUEV. Tras la muerte de su esposa Sara, vivió en aquel lugar 38 años, muriendo a la edad de 175 años. Es enterrado junto con su esposa en la cueva de Macpela, en Hebrón.

SARA LA ANCIANA MADRE POR FE

Sara, primera esposa de Abraham, nació en Ur, ciudad de la antigua Caldea. Algunos escritores judíos la dan por hermana de Lot. Abraham dice de ella: “Es hija de mi padre, mas no de mi madre, y tómela por mujer”.

Dice la Biblia que Sara fue mujer muy hermosa, pero estéril. Su hermosura fue causa de muchas dificultades. En Génesis doce, leemos: “Y aconteció que cuando entro Abram a Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera” y se la trajeron al rey por esposa. Este hecho se repite en Gerar, cuando Abimelech, rey de aquella nación, se enamoro de Sara. Dios siempre listo a conservar la pureza del hogar, defendió a Sara de las manos de sus reales pretendientes.

El caso de la esterilidad de Sara se convirtió en un tormento para ella. Cansada de esperar un hijo, quiso adoptar uno siempre que fuera de su esposo. Esto, como es natural, trajo graves consecuencias. Un día, el niño adoptivo se burlo de Isaac, lo cual disgusto mucho a Sara y pidió a su esposo echara fuera a Ismael. Abraham se negaba a obedecer esta orden, pero Dios colaboro con Sara, ordenando a su siervo: “En todo lo que te dijere Sara, oye su voz...” Y Abraham tuvo que obedecer a su esposa a fin de conservar la paz del hogar.

Un día, ya en la vejez, el vientre de Sara se torno fecundo, convirtiéndola en madre de Isaac. Sara se sorprende y grita: “Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo...?¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez”. El lector puede advertir la felicidad de la anciana madre hasta en las páginas de la Biblia

Sara se dedico por completo al cuidado de su hijo. Cuando el niño fue destetado, hubo un suntuoso banquete en la casa de sus padres. La madre, atenta a todos los detalles, solo procuraba la felicidad de su hijo, aunque para ello tuviese que portarse fríamente con el hijo de otra madre. Sin embargo, Sara fue una mujer de fe, casi tanto como Abraham. El autor de la carta a los Hebreos, dice: “ por fe, también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. Por lo cual también, de uno, y ese ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que esta a la orilla del mar”. Una demostración clara de la fe de Sara y de su obediencia al señor, se encuentra en el sacrificio de su hijo. Ante esta solicitud Sara guardo silencio. Grande debió ser su dolor, pero guardo silencio. No podía negar a Dios lo que de el había recibido. Y entrego a ese Dios lo que más amaba: su único hijo. Las palabras del libro de Job sellaron sus labios: “Jehová quito; sea el nombre de Jehová bendito”. Grande es Abraham en este momento de entrega, más grande es Sara porque por el solo hecho de ser madre tenia derecho a protestar ante tan absurda ordenanza. Pero ella callo.

Cuando esta santa mujer dejo de existir, su esposo le obsequio una hermosa sepultura, en testimonio de su amor. La ausencia de la noble esposa y santa madre, lleno de dolor el corazón de Abraham y el de Isaac. Isaac caso con rebeca, la introdujo en la casa de su madre, la amo; “Y sé con solo Isaac después de la muerte de su madre”.

ISAAC MAGNIFICO JEFE DE HOGAR



Hay hombres realmente afortunados; hacen poco, casi nada, sin embargo sus nombres pasan a las paginas de la historia.


Isaac, el antiguo patriarca hebreo, fue uno de vellos. Hijo de Abraham y Sara, nació cuando su padre tenia cien años de edad y su madre andaban muy cerca de ellos. Cuando el niño nació Sara dijo: “Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, sé reirá conmigo” (Gen. 21.6). S reía por el hecho de ser madre a tan avanzada edad. Por eso dio a su hijo el nombre de Isaac, lo cual quiere decir: risa.


Ciertamente la vida de Isaac hace reír a quien la estudia. Hombre tímido, poco original, nada vengativo; su carácter es exactamente lo opuesto de cuanto creemos encontrar en un hombre, según el moderno y popular concepto de la hombría. Cuando fue destetado se hizo gran banquete en la casa. Ismael, su hermano, se burlo del festejado en el momento de mayor regocijo. Isaac paso inadvertido el hecho (Génesis 21:8-9). Años después, Isaac e Ismel, olvidando el viejo problema, se unieron como hermanos, para dar sepultura a su progenitor (Gen. 25.9).


Otro día Rebeca, su esposa, cubrió con la piel de un cabrito a Jacob, el hijo predilecto, y lo trajo a Isaac para que lo bendijera. El noble patriarca, ya viejo, ciego y enfermo, palpo las manos de Jacob y sintiéndolo velludo, lo bendijeron, creyendo que se trataba de Esau. Poco después se dio cuenta del engaño, guardo silencio, ni una protesta sale de sus labios, ni castigo para su hijo ni represión para la esposa. El hecho ya se había realizado, la dignidad patriarcal no permitía dar paso atrás, lo mejor seria guardar silencio y así se hizo (Gen.27.9).


Isaac poseía numerosos pozos donde sus ganados aplacaban la sed. Envidiosos de ello los pastores de Gerar se lanzaron contra los pastores de Isaac, a fin de quitar esos pozos por medio de la violencia. Al darse cuenta de ello, el patriarca ordeno suspender la contienda, entrego los pozos al adversario e hizo nuevos pozos para sus ganados. Esta acción hace realidad aquella vieja sentencia que dice: “Si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuegos pones sobre su cabeza” (Rom.12.20). Asuntos por este estilo el se repiten diariamente en la vida de Isaac. Veamos uno mas: Abimelec, rey de Gerar, envidioso del éxito de Isaac, le envió una comisión, al parecer armada, para desterrarlo del lugar. Isaac obedeció la orden real llevando sus tiendas al lejano sur. Allí Dios lo bendijo grandemente. Abimelech, al ver esto, tuvo miedo de una venganza y envió a su desterrado una comisión de paz. Isaac la recibió con sincera amistad, hizo la paz y prometió que nunca se levantaría en guerra contra quien quiso hacerle mal (Gen. 26.28-29).


Tal parece que Isaac (además de buen vecino y excelente adorador) fue también un magnifico jefe de hogar. Abrahán adoró al enviar a su siervo en busca de esposa para su hijo; oró el siervo; los camellos se arrodillaron, Isaac había salido a orar al campo, al atardecer... exactamente a esa hora llego su prometida. El hogar de Isaac, pues, se inicio en un ambiente de sincera y poderosa oración, de entrega total a Dios. Y por medio de la oración se arreglaban también los problemas familiares de esta admirable pareja. Poco después del matrimonio se supo que Rebeca era estéril. ¡Terrible dificultad para una mujer hebrea en aquellos tiempos. ¿Cómo arreglar este problema? Sencillamente por medio de la oración. La Biblia dice: “Oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo acepto Jehová, y concibió Rebeca... “(Gén 25:21). ¿Cuántos maridos, ante los problemas del hogar, imitaran al dulce patriarca de que hoy nos ocupamos? Nos parece ver a Isaac, al atardecer, subir a la colina donde caía de rodillas ante Dios, pidiendo la bendición para su esposa, sus hijos, el hogar...


Isaac amo profundamente a su mujer. Por eso le fue fácil resultar victorioso en este campo donde tantos mejores cerebros han fracasado. La Biblia dice: “Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomo a Rebeca por mujer y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre” (Gen 24.63). Si su vida nada nuevo introdujo en el pensamiento de su época, como si lo hizo su ilustre padre, su nombre brilla en las paginas de la Biblia por un solo hecho: fue un magnifico esposo, un excelente jefe de hogar.


ISAAC, II Parte.


El hijo de Abraham y Sara nacido probablemente en Beerseba (Génesis 21:14) cuando su padree tenía 100 años y su madre algo más de 90 (17:17). Isaac habitaba en el Neguev y era amante de la soledad. Se casó a los 40 años, pero no fue hasta los 60 que tuvo hijos de su mujer Rebeca. Por orden de Dios, Isaac no descendió a Egipto en una época de hambre (Génesis 25:1). Tuvo conflicto con los filisteos que moraban en Gerar en su búsqueda de pozos para su ganado. Cuando habitaba en Arba (Hebrón) murió a los 180 años de edad, siendo sepultado por sus hijos. RUTA 7. NEGUEV. Residencia principal de Isaac. 8. GERAR. No desciende a Egipto sino que va aquel lugar donde habita por un tiempo, mientras pasa la hambruna. Abre nuevamente los pozos que cavó su padre. 9. BEERSEEBA. Edifica altar a Jehová. 10. ARBA (EN HEBRON). Muere a la edad de 180 años.

REBECA LA VALEROSA ESPOSA DE ISAAC

Rebeca hija de un tal Betuel y futura esposa de Isaac, él magnifico esposo y excelente jefe de hogar.

El nombre de Rebeca significa Lazo corredizo, lo cual probablemente se refiere a su belleza física cautivadora y hasta peligrosa.

La Biblia al hablar de Rebeca dice: “La doncella era un aspecto muy hermoso”. Ciertamente, la belleza física es un don sublime de Dios, sin embargo puede resultar un peligro en personas de formación espiritual poco profunda. Fray Luis de León dice al respecto: “Quien casa con mujer hermosa anda con carga de oro en tierra de salteadores”. Quizás la afirmación del ilustre místico español sea un poco exagerada, pero encierra mucha verdad.

En cuanto a Rebeca, joven hermosa como pocas en sus días tenia otras cualidades que la adoraban, siendo el trabajo una de ellas. La Biblia al hablar de esta y otras cualidades que moraban en el alma de aquella dulce joven dice: “He aquí Rebeca, la cual salía con su cántaro sobre su hombro”. ¿Una mujer hermosa con un cántaro al hombro? Para Rebeca era más importante el cuidado de su casa, el ayudar a su madre en los oficios domésticos que cuidar de su radiante hermosura física. Por eso salía con el cántaro al hombro sin avergonzarse de menester tan humilde.

La caridad era otra de las cualidades que enaltecían la personalidad de Rebeca. No le gustaba demorarse en cosas de poca utilidad pero si, sacaba el tiempo necesario para hacer el bien, cuando esto fuere necesario. Un día noto que junto al pozo familiar estaba un hombre extranjero, y junto a el unos camelos. Rebeca lo vio, pero sospecho que este hombre tenía una necesidad. Por eso lleno su cántaro, lo puso sobre su hombro y emprendió el retorno al hogar. El criado presuroso y le dijo:”Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro”. Rebeca, antes de contestarle en forma brusca, bajo el cántaro y le dijo “Bebe señor mío”. La Biblia dice: “Se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber. Y cuando acabo de darle de beber, dijo: También para tus camellos sacare agua, hasta que acaben de beber. Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y saco para todos sus camellos”. El historiador sagrado, al narrar este hecho dice: “El hombre estaba maravillado de ella, y callaba”. Ciertamente, ante una mujer bonita, trabajadora, seria y caritativa, el hombre queda mudo porque es incapaz de entender tanta belleza.

Es realmente sorprendente ver como Rebeca podía conciliar su apasionado amor al trabajo con su simpatía extraordinaria para servir al necesitado. Por lo general toda persona dedicada a una obra, quiere actuar solo en esto y se impacienta cuando de allí otras cosas piden sus servicios. Estas personas, si sirven lo hacen con mala voluntad, rápidamente y casi sin sonrisa en los labios. Rebeca no era de este tipo de gentes. Al contrario, corría para llevar el agua a su casa pero también se detenía para servir al prójimo. Dio agua al criado que se la pedía y también a los camellos que la necesitaban. ¡Magnifica mujer! Sin embargo esto no fue todo: El valor era otra de las grandes cualidades que adornaban el alma de Rebeca. Cuando los padres le preguntaron si quería dejar el hogar paterno y aventurarse a un largo viaje desde mesopotámia hasta Palestina, acompañada de un criado que ella no conocía, respondió: “Sí iré”. Y se fue sin temor alguno, esto gracias a su espíritu heroico, valeroso, amable y trabajador. Por fe emprendió una aventura, al fin de la cual encontró a un hombre que le amo entrañablemente. Ese hombre se llamo Isaac, él magnifico esposo y excelente jefe de hogar.

JACOB EL GRAN LUCHADOR LLAMADO ISRAEL



Nieto de Abraham e hijo de Isaac, sin embargo ¡cuan diferente fue Jacob de sus ilustres antecesores! Estos se distinguieron por su amistad con Dios y por su generosidad hacia sus prójimos; Jacob, por el contrario, fue un gran enamorado del ideal, causa por la cual lucho contra Dios y también contra los hombres.Y en todas sus luchas Jacob resulto victorioso. En las contiendas con sus semejantes se inicio desde mucho antes de su nacimiento, desde el mismo vientre de su madre. Al respecto, dice la Biblia: “Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así ¿para qué vivo yo?” Enseguida se fue a consultar a Dios tan terrible problema. La respuesta del señor fue esta: “Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos hay divididos desde tus entrañas; el un pueblo será mas fuerte que el otro pueblo, y el mayor servirá al menor”. El día del nacimiento, Jacob salió con la mano trabada al calcañar de Esau, su hermano, porque quería nacer primero.


Sin embargo la lucha entre Esau y Jacob no fue tan violenta como lo fue la que existió entre Caín y Abel. No lo fue porque Jacob nunca empuño armas, resultando ser un enérgico luchador intelectual. Su primera victoria fue un triunfo del cerebro que se realizo cuando Esau le vendió la progenitura. Fue este un negocio bien meditado, oportuno, efectivo. Ganada esta primera victoria se encuentra Jacob frente a una segunda trinchera. ¿Cómo obtener la bendición del padre sobre el negocio antes realizado? Para resolver este problema Jacob tomo a su madre como un soldado efectivo de tipo intelectual. Mediante una simpática treta, ante el olor de agradable guisado, Jacob arranco de labios del padre esta bendición: “ Sirvante pueblos, y naciones se inclinen a ti: sé señor de tus hermanos, y se inclinen a ti los hijos de tu madre. Malditos sean los que te maldijeren, y benditos los que bendijeren” (Génesis 27:29).


He ahí otra demostración de haber sido Jacob un luchador inteligente. Pasaron los años. Un día, ya en casa de Laban, su tío, se enamora de Raquel, admirable pastor de ganados, moza de “lindo semblante y de hermoso parecer” (Gen.29.17). Planea casarse con ella, pero encuentra que una ley de la época le prohíbe realizar este proyecto si Lea, la mayor, permanece soltera. Medito, ofreció trabajar siete años a fin de evitar las exigencias de la citada ley. Esta vez la lucha se establece entre cerebro y cerebro, porque Laban, el futuro suegro, era otro notable luchador intelectual. Laban vence a Jacob. Este se entristece, pero insiste en sus planes y promete trabajar siete años mas por la mano de su adorable Raquel. Trabajo y espero pacientemente hasta ver realizados sus planes. En otras palabras, el esperar, y trabajar mientras se espera, es asunto de estrategia en las grandes luchas de la vid


Poco después reaparece la lucha entre Laban y Jacob. Esta nueva lucha se narra en Génesis capitulo 30. Laban le prometió que los ganados de cierto color serian para Jacob, en pago de sus trabajos, y que los de otros colores serian de Laban, dueño de los rebaños. Jacob medito el asunto y tomando “varas verdes de álamo, de avellano y de castaño” descortezándolas y preparo el ambiente en forma que los ganados producían hijos al color que Jacob quería, con lo cual se enriqueció sobremanera. He ahí otro triunfo de la inteligencia, de la paciencia, del trabajo bien planeado y constante. Por razón de espacio tenemos que omitir otros episodios donde se ve la fuerza del pensamiento de Jacob en la realización de sus ideales. Sin embargo, no podemos omitir el hecho de haber muerto en Egipto, muy anciano, rodeado del cariño de aquella gran nación. Cuando Jacob fue a Egipto, llamado por José, su hijo quien a la sazón ocupaba el cargo de primer ministro en el país, se hizo respetar por todo el mundo. Tanta fue esta admiración que Faraón lo invito a palacio y platico con él.


En esta entrevista entre el gobernante egipcio y el patriarca de la inteligencia aquel le preguntó: “¿Cuántos son los días de los años de tu vida?” a lo cual Jacob contesto: “Los días de los años de mi peregrinación son ciento y treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida y no han llagado a los días de la vida de mis padres en los días de su peregrinación” (Gen. 47. 8-9). Así dijo Jacob, pero un examen de la historia de su vida nos dice que sus días no fueron breves ni malos, como él supone. Al contrario, disfruto de una larga vida, llena de victorias sobre sus adversarios (divinos y humanos) y de prosperidad en todo el sentido de la palabra. Sin embargo, se queja. Su queja es la indicación de que en el alma de Jacob había un gran sentido de inconformidad, aspiraba a lo imposible y cuando conseguía lo anhelado, se sentía decepcionado y quería más. Hay espíritus así, aspirantes, inconformes, luchadores... gracias a ellos el mundo prospera, trabaja, se mejora.


Jacob, como ya queda dicho, murió en Egipto y fue sepultado en Canaán. La Biblia dice que los egipcios lo lloraron 70 días. Esta simpatía la gano Jacob gracias a su gran espíritu de lucha. Su corazón anhelo la grandeza, su cerebro planeo las grandes batallas. Sus manos solo fueron herramientas, cubiertas con guantes de seda, para realizar los planes de su cerebro y los anhelos de su corazón. Jacob también guerreó con Dios. En Génesis 32 leemos: “Jacob siguió su camino y le salieron al encuentro Ángeles de Dios. Y dijo Jacob cuando los vio: “Campamento de Dios es este...” aquí las palabras encuentro y campamento, índice campo de batalla. En esta ocasión estos encuentros resultan muy desiguales. Antes, Jacob había luchado con hombres y los había vencido con lo más poderosa de las armas: la inteligencia. Pero ahora lucha con Ángeles enviados de Dios. La Biblia dice: “Se quedo Jacob solo; Y lucho con el un varón hasta que rayaba el alba. Y cuando el varón vio que no podía con él, toco en el sitio del encaje de su muslo, y se4 descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba” (Génesis 32:24,25).


¡Pobre Jacob! Solo, herido en el muslo, sin capacidad para ponerse en pie, y luchar con el ángel, encuentra un recurso para seguir luchando. Es entonces cuando extiende la mano, agarra la capa de su adversario, lo detiene y le dice: “No te dejare si no mes bendices”. Jacob quiere que Dios lo bendiga y para reclamar este derecho pone en movimiento todo su ser. A causa de la herida fallan las piernas del soldado, pero como quedan bien las manos, las utiliza hasta ganar la victoria. En otras palabras, para realizar nuestros ideales debemos luchar con todo el cuerpo y con toda el alma, pero si alguna parte del cuerpo falla, utilicemos lo que no falla. Así la victoria será nuestra. Es entonces cuando Dios le cambia el nombre por Israel, porque “has luchado con Dios y con los hombres y has vencido”.


VIDA DE JACOB, II Parte. Hijo de Isaac y Rebeca, y hermano mellizo de Esaú. Jacob debió huir a causa de la cólera de su hermano Esaú, por haber obtenido la bendición de la primogenitura. Moró al menos 20 años en Padan aram, al servicio de Labán 14 años de los cuales los trabajó por dos de sus hijas, y luego trabajó los otros seis para conseguir ganado. Dios se manifestó a Jacob en un lugar, el que él peregrino llamó Ma ahaim en el valle de jacob un hombre estuvo luchando con Jacob hasta el amanecer, y el desconocido antes de dejarlo bendijo a Jacob diciéndole que no se llamaría más su nombre Jacob si no Israel, y Jacob puso a aquel lugar Peniel hasta entonces jacob había confiado en sus propias fuerzas, pero allí se dio que su energía no podía prevalecer contra Dios Jacob se encontró nuevamente con Esaú quien lo perdono, y nuevamente se volvieron a separar. Jacob planto sus tiendas en Siquem, luego se dirigió a Bet- el donde murió su esposa Devora viajando hacia Hebrón, su esposa Raquel dio a luz, cerca de Velen al duodécimo y último hijo de Jacob, Benjamín Raquel, la mujer a quien tanto había amado Jacob, murió en el parto. Finalmente Jacob se reunió con Isaac su padre en Mamre, Isaac murió unos 23 años mas tarde. Parece que Jacob se detuvo en Mamre 33 años porque llegó a Hebrón 10 años después de su vuelta a Palestina, murió a la edad de 147 años siendo su cuerpo embalsamado y transportado a la cueva de Macpela (Génesis 50:1-14).

lunes, agosto 28, 2006

RAQUEL FUTURA ESPOSA JACOB

Futura esposa de Jacob, hace la Biblia: “Los ojos de Lea eran delicados, pero Raquel era de lindo semblante y hermoso parecer” (Génesis 29:17).

Esta mujer pastoreaba los ganados de su padre, cuando Jacob la vio por primera vez. La primera demostración de amor que le hizo Jacob, fue la de levantar una pesada piedra de la boca de un pozo para que los ganados pastoreados por Raquel, aplacaran la sed.

Jacob y Raquel se amaron entrañablemente. Sin embargo pese al inmenso amor de su esposo. Raquel no estaba muy contenta... ¿La causa? Una enfermedad que había torturado el alma de Sara y también la de Rebeca: la esterilidad. Llena de dolor un día se acerco a Jacob y le dijo “Dame hijos, o si no, me muero”. Jacob no entendió a su mujer y se enojo por semejante reclamo. Parece que Raquel llevo su problema a Dios en oración, pues la Biblia dice “Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y le concedió hijos” . Al primero de sus hijos llamo José. José vino a ser gobernador de Egipto, interprete d sueños, inspirado estadista, un hombre genial. Raquel murió cerca de Belén, al nacer Benjamín, el segundo de sus hijos. Jacob le dio hermosa sepultura; la muerte de su esposa hundió en la más honda soledad al notable patriarca, notable luchador y excelente marido.

JOSE MAGNIFICO HERMANO Y EXCELENTE GOBERNADOR


José nació como respuesta a los reclamos de Raquel, la estéril esposa de Jacob: “Dame hijos, o si no, me muero”. Entendemos que estos reclamos hechos al marido venían acompañados de una ferviente oración. El Génesis dice: “Y se acordó Dios de Raquel. Y la oyó y le concebio hijos. Y concibió y dio a luz un hijo y dijo: Dios ha quitado mi afrenta; y llamo su nombre José, diciendo: Añádame Jehová otro hijo” (Gén 30-22-24).

La historia de José es una de las emocionantes de la Biblia. Se encuentra descontado el ya citado pasaje del nacimiento, desde él capitulo 37 del Génesis, y se extiende hasta él capitulo 50 del mismo libro. Se nos presenta como el hijo más amado de su padre, como el hermano más odiado de sus hermanos, como el joven privilegiado por Dios y como el hermano de todos los siglos. Tanto amo este hombre a sus hermanos que les perdono él haberlo vendido como esclavo, los colmo de bienes y lloro emocionado cuando volvió a verlos después de larguísima ausencia.

Debido a su marcada rectitud, José bajo a las cimas de la prisión, donde se convirtió en excelente amigo de todos los allí detenidos. Interpreto los sueños del rey, por lo cual fue elevado a la categoría de gobernador del país. Excelente hijo. Cuando su padre se sentía enfermo, viejo y achacoso lo llevo a su lado y lo colmo de bienes y atenciones. Al morir Jacob, José su hijo le hizo duelo por siete días, llevo su cadáver a Mamre y le dio sepultura junto a las tumbas de Abraham, Sara, Isaac, Rebeca y Lea.

Ciertamente José fue un excelente hijo, magnifico hermano, sincero amigo, excelente gobernador, padre ejemplar, esposo fiel. Su vida parece del reino de la leyenda antes que de las paginas de la historia. Sin embargo así fue: personaje de historia, hombre de carne y hueso. S u nombre queda en las páginas de la historia como una de las más esclarecidas figuras de la humanidad, ejemplo fiel para seres de distinción a lo largo de los siglos.

EFRAIN Y MANASES HIJOS DE JOSE EN EGIPTO


José, el hijo de Jacob, tuvo dos hijos: Manases y Efraín. Nacieron en Egipto cuando su padre había sido elevado a la categoría de príncipe.

Parece que José nunca olvido la humanidad de su origen ni el áspero camino que recorrió para llegar al poder. Cuando nació el primero de sus hijos, lo llamo Manases “porque Dios, dijo, me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre” (Gen.4.51).

Tiempo después del nacimiento de Manases, nació Efraín, segundo hijo de José. La llamo Efraín porque, dijo: “Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción” (Gen.41.52).

Años después de José, David, el dulce cantor de Israel, al verse en semejante experiencia, escribió: “Estando en angustia tu me hiciste ensanchar” (Sal.4.1). Es muy difícil aceptar los días angustiosos. Cuando estos llegan, el alma eleva su protesta al cielo. Al hacerlo nunca pensamos que Dios puede convertir estas angustias en semilleros de futuras victorias. Los árboles en el norte, al llegar el invierno pierden toda su fronda, sus flores, sus frutos, pero nunca su fuego interior. El invierno pasa y la savia oculta, aquello que no murió bajo los rigores del frió, vuelve a mostrar su vigor y cubre los campos de un traje hermoso y lleno de colores. Algo semejante pasa en la vida de todos los hombres. José experimento esto en su vida y estas experiencias las dejo narradas en los nombres de sus hijos: Manases, olvido; Efraín, prosperidad en la tierra de dolor. Estos dos hombres encierran dos grandes filosofías, dignas de ser estudiadas y practicadas.

ASENAT LA ESPOSA EGIPCIA DE JOSE


Uno de los más altos galardones alcanzados por José, el fugitivo hijo de Jacob, fue haber contraído matrimonio con una joven, al parecer de la familia real egipcia. Nos referimos a Asenat, hija de potifera, príncipe de On.

Gracias a tan elevada unión, el antiguo esclavo quedo convertido en príncipe y obtuvo entusiasta recepción en todo el territorio nacional. Cuando José se unió en matrimonio con Asenat, contaba con 30 años de edad.

En otras palabras, somos hijos de Dios. Un príncipe de esta naturaleza cayó en los brazos de Asenat, la princesa egipcia.

Al ver este hecho del matrimonio con una princesa, habiendo sido el fugitivo, esclavo y prisionero, gritaran muchos: ¡Que fortuna! Acá fue Asenat la afortunada, pues siendo solo princesa de una humilde provincia, se convirtió en esposa de un príncipe de Dios. Bienaventurada ella que con este matrimonio unió su sangre a la del pueblo de Dios. Y aquí esta su valor. Asenat miro, allá en el lejano trasfondo, todas las capacidades de grandeza que dormían en el alma de su joven pretendiente. Y no lo desprecio. Vio no lo que su pretendiente ya era, sino lo que podría llegar a ser. ¡Tantas mujeres han fracasado porque ven el presente y no el porvenir! En muchos casos, creo yo, que la esposa debe ser también madre de su esposo. Ella empieza la formación de ese hombre, allí donde él perdió el cuidado de la madre. Los dos así, casados, eso si ambos príncipes de Dios, de la inteligencia y del amor, van limando asperezas hasta lograr él la formación de la esposa perfecta, y ella la del varón perfecto.

Asenat se unió a José y fue feliz. Tuvieron dos hijos: Manases y Efraín. Asenat no vio en José al esclavo, sino al príncipe de Dios. No miro lo exterior, sino lo interior, el alma, la chispa de grandeza que se encerraba en el hombre a quien unió su vida. En el segundo libro de los reyes se nos habla de Abisag de Sumen, joven que se acostó a los pies del rey David. ¿Por qué se acostó a los pies del octogenario rey David? Ella quería ser madre, pero madre de un príncipe, por eso buscaba el lecho de un rey.¡Gloriosa constelación esta de mujeres superiores...!Buscan al hombre de promesa, buen caballero, inteligente, juicioso, dedicado al estudio, y se casan con él. Este hombre, bien entendido, bien estimulado, puede llegar a ceñir corona, ser rey. A su grandeza, indudablemente, va unida su mujer.

Asenat, la princesa Asenat, vio en el joven José, recién salido del sufrimiento, una personalidad que podría llegar a mucho. Y lo acepto por esposo. ¡Magnifica elección! ¡Excelente matrimonio este de una princesa inteligente y visionaria, con un príncipe de Dios! Eran dos almas grandes, nobles, aspirantes, trabajadoras, unidas por el amor, harían mucho en bien de la humanidad, y así pasó. La mujer egipcia tiene fama por su belleza física. Asenat, además de egipcia era princesa y además de esto poseía un buen sentido intelectual que la llevo a una sabia elección. Ya como esposa, parece, ocupo su lugar, siendo una ayuda idónea de su marido, pero lo haría sin ostentación. Es curioso ver que muchas veces José salía acompañado de sus hijos, pero no de su mujer. ¿Por qué? Seguro ella prefería edificar, a la sombra del hogar, la grandeza de su marido.

VIDA ES UN MANDATO DE DIOS

En la transmisión de la vida, y esto por mandato de Dios, empeñaron los patriarcas bíblicos todas sus energías. Adán, ante la presencia de la muerte, levanto la bandera de la vida, nombrando a su mujer madre de todos los vivientes. Ahí empezó la lucha interminable entre la muerte y la vida.

Noé al ver que la existencia se encontraba amenazada bajo las aguas de un diluvio universal, preparo el arca donde se salvo la vida de numerosas especies. Adán fue un transmisor de la vida, siendo Noé un conservador de la misma.

La Biblia ha sido el libro transmisor de vida por excelencia y ellos se debe a que da testimonio de la fuente de la vida verdadera, de Cristo nuestro Señor. Él lo dijo yo soy el camino la verdad y la vida”, “Yo he venido para que tengáis vida y para que la tengáis en abundancia”. Ciertamente todo cuanto tiene contacto con la vida y enseñanzas de Jesús recobra la vía y graba su nombre en las páginas de la historia. El pesebre de Belén, por el solo hecho de haber sido cuna del Niño Dios, se convirtió en sitio de veneración universal; el lodo del camino en las manos de Cristo se convirtió en medicina para curar a un hombre ciego. El hombre y la mujer que se pongan en las manos del Señor, también vendrán a ser benefactores de la humanidad y figuras de la historia, transmisores de vida.

MUJERES Y SU SIGNIFICADO EN LA COMUNIDAD

¡Que errado andaba el rey egipcio cuando ordeno, a las parteras de su país, quitar la vida a los niños! He aquí esa orden temeraria: Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva”.

Parece que el rey no veía peligro en la mujer, por lo cual le permitió vivir. Sin embargo la causa de la libertad de los judíos se fraguo en los cerebros y se alimento en los corazones de seis heroicas mujeres: dos hebreas y cuatro egipcias. Si yo hubiese sido consejero del rey habría conjurado el peligro nacional que formaba el notable crecimiento de los judíos, inspirándole una orden contraria: matar a las mujeres y perdonar la vida de los hombres. Esto habría dado un triunfo extraordinario a los anhelos patrióticos del monarca egipcio.

¡Que peligrosas son las damas! Gritaran muchos... ¡Qué útiles y que hábiles son as mujeres en el desarrollo de los planes de Dios!, Afirmamos nosotros. En la iglesia cristiana la mujer juega un papel muy importante. En las gestas libertadoras de las naciones, antiguas y modernas, los nombres de las heroínas brillan con fulgor propio e intenso. Si se me permitiese agregar una nueva bienaventuranza a la pronunciada por Cristo en el Sermón del Monte, yo diría: Bienaventurado el hombre a cuyo lado palpita el corazón de una mujer. Ella podrá llevarlo a una victoria segura. Bienaventurado el líder que logra unir a sus planes la voluntad y el esfuerzo de las mujeres de su comunidad. Ellas podrán llevarle de triunfo en triunfo, de victoria en victoria.

MARIA LA HERMANA DE MOISES

La hermana de Moisés fue la primera mujer que llevó, en los tiempos bíblicos, un nombre que hicieron famoso muchas mujeres de distinción: Maria.

Una de ellas fue Maria, madre de Jesús. Hasta un ángel vino ante esta mujer, deposito de virtudes, APRA derramar el cántaro de su admiración: “Salve, muy favorecida!” Exclamo el ángel, agregando enseguida: “El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres”.

Otra fue Maria, la madre de Marcos, cuya casa el aposento alto, sirvió de templo a la primera comunidad cristiana de Jerusalén. En casa de Maria se realizo el primer Pentecostés cristiano, allí se presento el apóstol Pedro, después de haber sido librado por el ángel, ante los hermanos que reunidos oraban pidiendo la libertad de su pastor.

La esposa de Cleofás también llevo con honor el nombre de Maria. Esta Maria se levanto muy temprano, en la mañana del día de la Resurrección, y se marcho a la tumba para ungir el cuerpo de Jesús.

También se llamo Maria la dulce hermana de Lázaro de Betania, aquella que gustaba sentarse a los pies del Señor para oírle predicar y no puede faltar en esta lista de honor el nombre de Maria de Magdala, primera en arrojarse a los pies de Cristo resucitado.

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Bienvenido a Bará QUMRÁN :"La Historia es una sola que se entré tejé con la económia,cultura,creencias, política y Dios la sostiene en el hueco de su mano y tú eres uno de sus dedos" Bara es el término con el cual se designa el poder verbal de Dios para crear de la nada todas los seres tanto inertes como vivos existentes en la naturaleza.Bará solo pertenese a Dios en el vocablo Hebreo, puesto que Él es el único que tiene ese poder ex-nihilo; los seres humanos solo reecrean a partir de lo creado por Dios.


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