Dice
El caso de la esterilidad de Sara se convirtió en un tormento para ella. Cansada de esperar un hijo, quiso adoptar uno siempre que fuera de su esposo. Esto, como es natural, trajo graves consecuencias. Un día, el niño adoptivo se burlo de Isaac, lo cual disgusto mucho a Sara y pidió a su esposo echara fuera a Ismael. Abraham se negaba a obedecer esta orden, pero Dios colaboro con Sara, ordenando a su siervo: “En todo lo que te dijere Sara, oye su voz...” Y Abraham tuvo que obedecer a su esposa a fin de conservar la paz del hogar.
Un día, ya en la vejez, el vientre de Sara se torno fecundo, convirtiéndola en madre de Isaac. Sara se sorprende y grita: “Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo...?¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez”. El lector puede advertir la felicidad de la anciana madre hasta en las páginas de
Sara se dedico por completo al cuidado de su hijo. Cuando el niño fue destetado, hubo un suntuoso banquete en la casa de sus padres. La madre, atenta a todos los detalles, solo procuraba la felicidad de su hijo, aunque para ello tuviese que portarse fríamente con el hijo de otra madre. Sin embargo, Sara fue una mujer de fe, casi tanto como Abraham. El autor de la carta a los Hebreos, dice: “ por fe, también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. Por lo cual también, de uno, y ese ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que esta a la orilla del mar”. Una demostración clara de la fe de Sara y de su obediencia al señor, se encuentra en el sacrificio de su hijo. Ante esta solicitud Sara guardo silencio. Grande debió ser su dolor, pero guardo silencio. No podía negar a Dios lo que de el había recibido. Y entrego a ese Dios lo que más amaba: su único hijo. Las palabras del libro de Job sellaron sus labios: “Jehová quito; sea el nombre de Jehová bendito”. Grande es Abraham en este momento de entrega, más grande es Sara porque por el solo hecho de ser madre tenia derecho a protestar ante tan absurda ordenanza. Pero ella callo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Su comentario es importante.Gracias