DANIEL EJEMPLO PARA LA JUVENTUD.
Daniel fue grande por su linaje: “del linaje real de los príncipes”; por su perfección física: “muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer”; por su don de gentes: “idóneos para estar en el palacio...; por su deseo de seguir estudiando: “y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos; por el régimen de alimentación sana a que se sometió: “nos den legumbres a comer, agua a beber” ; por su perseverancia y dedicación a una labor; por su serenidad ante el sufrimiento; por su dependencia de Dios: “sea bendito el nombre de Dios” por su espíritu de oración: “se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias...” y grande porque confeso su fe religiosa sin avergonzarse de ella.
Daniel es un ejemplo para la juventud del presente. Vivió lejos de su patria, al servicio de monarcas opresores, sin embargo trabajo con interés y altruismo.
Daniel fue, en todo y por todo, un espíritu grandemente revolucionario. Con entereza de carácter dijo no a todo lo malo, y se dedico a trabajar por el desarrollo de las cosas dignas y por el mejor estar del pueblo en cuyo seno pasó su existencia.
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