JOSE EL JUSTO Y CABAL.
La grandeza de José, esposo de Maria, puede probarse fácilmente. San Mateo le da él titulo de justo, lo cual indica que José obraba conforme a la justicia y a la razón, que vivía de acuerdo con la ley de Dios, que era exacto y cabal en todos sus hechos.
Lo primero conformidad con la justicia y con la razón indica superioridad moral,
lo segundo sometimiento a la ley divina es señal de completo desarrollo espiritual,
y lo tercero exactitud y cabalidad demuestra equilibrio emocional.
José era un hombre que sabia callar ante los errores de sus semejantes. Ningún tema más apropiado que este para iniciar un chisme, o para formar una noticia periodística que este del embarazo de Maria. Par el chisme por cuanto las malas lenguas siempre se han regocijado en casos similares, para la prensa porque nada más interesante que un embarazo “sin haber conocido varón”. A pesar de todo, José guardo silencio santo, reverente, perdonador y lleno de caridad.
José tuvo la fortuna de haber sostenido diálogos diversos con los ángeles de Dios y obedecerlos, lo cual indica dos nuevas cualidades de su carácter: el dialogo y la obediencia. La obediencia por cuanto “recibió a su mujer” después de haber escuchado el mensaje del ángel. Igual paso cuando el ángel le ordeno un viaje a Egipto para proteger al niño y cuando el mismo personaje le ordeno el regreso a Nazaret. Él dialogo con el ángel debió ser una experiencia sublime para José.
La obediencia es cosa natural, es fruto maduro del dialogo que viene siendo semilla de la amistad. Dialogo y obediencia, dos raíces poderosos por donde corre el hombre hacia la victoria.
El hecho de haber sido José descendiente de David y el de ocuparse en oficios de carpintería, demuestra cierto descenso económico. O quizás cierta despreocupación por los asuntos de la política, asunto que dejo a un lado para seguir la vida del obrero humilde que se gana el pan de cada día con el sudor de su frente y pasa los días bajo el amor del hogar.
La grandeza de José, esposo de Maria, puede probarse fácilmente. San Mateo le da él titulo de justo, lo cual indica que José obraba conforme a la justicia y a la razón, que vivía de acuerdo con la ley de Dios, que era exacto y cabal en todos sus hechos.
Lo primero conformidad con la justicia y con la razón indica superioridad moral,
lo segundo sometimiento a la ley divina es señal de completo desarrollo espiritual,
y lo tercero exactitud y cabalidad demuestra equilibrio emocional.
José era un hombre que sabia callar ante los errores de sus semejantes. Ningún tema más apropiado que este para iniciar un chisme, o para formar una noticia periodística que este del embarazo de Maria. Par el chisme por cuanto las malas lenguas siempre se han regocijado en casos similares, para la prensa porque nada más interesante que un embarazo “sin haber conocido varón”. A pesar de todo, José guardo silencio santo, reverente, perdonador y lleno de caridad.
José tuvo la fortuna de haber sostenido diálogos diversos con los ángeles de Dios y obedecerlos, lo cual indica dos nuevas cualidades de su carácter: el dialogo y la obediencia. La obediencia por cuanto “recibió a su mujer” después de haber escuchado el mensaje del ángel. Igual paso cuando el ángel le ordeno un viaje a Egipto para proteger al niño y cuando el mismo personaje le ordeno el regreso a Nazaret. Él dialogo con el ángel debió ser una experiencia sublime para José.
La obediencia es cosa natural, es fruto maduro del dialogo que viene siendo semilla de la amistad. Dialogo y obediencia, dos raíces poderosos por donde corre el hombre hacia la victoria.
El hecho de haber sido José descendiente de David y el de ocuparse en oficios de carpintería, demuestra cierto descenso económico. O quizás cierta despreocupación por los asuntos de la política, asunto que dejo a un lado para seguir la vida del obrero humilde que se gana el pan de cada día con el sudor de su frente y pasa los días bajo el amor del hogar.
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