HABACUC UN HOMBRE DE PENSAMIENTO.
“Aunque la higuera no florezca, ni en las vides hayan frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada; con todo, yo me alegrare en Jehová, y me gozare en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de siervas y en mis alturas me hace andar “ (Hab 3.17- 19).
Las frases anteriores fueron escritas por el profeta Habacuc en horas de crisis a pesar de ser un escritor de antología Habacuc se preocupo poco por grabar su nombre en medio de su pueblo. Por esta razón sabemos muy poco de su vida. Para el lo importante era el mensaje de Dios y el bienestar de las gentes.
La Biblia del camino. He ahí n titulo apropiado para la colección de frases escritas por Habacuc en los caminos de Jerusalén. La Biblia del camino es una colección de frases bíblicas, pedazos de textos si se quiere, escritas por Habacuc en los muros, piedras y caminos de Judea.
La Biblia del cerebro, seria otro titulo apropiado para la profecía de Habucuc. Digo cerebro porque Habacuc fue un hombre de pensamiento, un escritor, un intelectual. Tan grande fue su pasión por las letras que. A falta de papiro, utilizo las piedras y los árboles para grabar su mensaje. El poder de síntesis es una notable cualidad de Habacuc como escritor. Se necesita cerebro, mucho cerebro, para escribir corto, “para escribir la síntesis de lo que merece publicarse”. Escribió para orientar a su pueblo en horas de crisis. He ahí otra demostración de su inteligencia.
La Biblia en la vida, podría ser otro titulo para el libro de Habacuc. Al leerlo nos damos cuenta que su autor vivía su mensaje. El profeta en su breve libro combate la embriaguez.
Habacuc fue una Biblia viviente. Ni roba, ni se deja robar, no se inclino ante los ídolos, ni bebió licores embriagantes. Todo esto lo prohíbe su mensaje en forma clara, breve, precisa.
La Biblia en los nervios. Hasta los nervios del profeta fueron afectados por el mensaje de la Palabra de Dios. Al hincar su libro Habacuc pone los puños en alto, como desafiando a Dios. “¿Hasta cuando, oh Jehová clamare y no oirás?” esta pregunta brota de un corazón irritado, con los nervios de punta.
La Biblia en el alma. La Palabra de Dios penetro muy hondo en el alma de Habacuc aun en medio del disgusto ve que Dios hará una obra extraordinariamente un futuro inmediato. Poco después halla un mensaje de vida en medio de la muerte, y dice: “No moriremos” casi enseguida agrega “la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren la mar” se queja el profeta porque a los ídolos les falta vida.
Habacuc fue hombre de alturas: alturas de la inteligencia alturas de la moral, alturas del espíritu. Todo esto porque supo poner la Palabra de Dios en el alma, la mente, el corazón, los nervios y el camino de numerosos viajeros son esperanza.
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