ABSALON HOMBRE DE PASIONES DESORDENADAS
Como padre David no tuvo la misma fortuna que alcanzo como pastor, como soldado, como músico, ni como estadista. En cierta ocasión tuvo que huir de las persecuciones de Absalón, su hijo. Ante el inminente peligro de caer prisionero y posiblemente ser asesinado, David ordenó: “Huyamos, porque no podremos escapar delante de Absalón; daos prisa a partir, no sea que apresurándose el nos alcance, y arroje el mal sobre nosotros y hiera la ciudad a filo de espada”. Y huyo el rey. Mientras huía las huestes enemigas lo perseguían, a lo largo del camino.
Frente a tanta belleza física espanta la fealdad de su carácter. Hombre vano, ambicioso, hipócrita, irrespetuoso, sin amor, vengativo, de pasiones desordenadas; todo esto y mucho más puede decirse de Absalón. Cuando así le convenía se mostraba huraño, ajeno al dialogo, resentido. Cuando vio la oportunidad de deshacerse de Ammón, uno de sus rivales al trono, guardo silencio “no hablo con Ammón ni bueno ni malo”. En forma por demás fría planeo el asesinato de su hermano, y ordeno a sus criados: “Cuando el corazón de Ammón este alegre por el vino; y al decir yo: Herid a Ammón, entonces matadle y no temáis, pues yo os lo he mandado. Esforzaos, pues y sed valientes”.
La bajeza de Absalón sube a su punto cuando utiliza la religión como pretexto para fines criminales. Pidió permiso al rey para ir a Hebrón “a pagar mi voto que he prometido a Jehová”. Pero sus planes eran muy otros: organizar la revuelta para dar un golpe de estado contra su propio padre. Con gran satisfacción veía el político Absalón como aumentaban sus tropas. Pero ¡que triste es ver que ese aumento se alcanzaba mediante la intriga, la calumnia y la traición! Además, los soldados de Absalón lo seguían sin saber los planes de su jefe, y ¡qué mal anda una persona que no comunica a sus amigos sus pensamientos, planes y proyectos! Causa espanto leer la narración que sobre la actitud de los soldados de Absalón hace
El día de su derrota fue abandonado de sus soldados. Hasta el asno en que cabalgaba huyó dejando a su jinete colgado por los cabellos de los poderosos brazos de un árbol. Un poco después hallo la muerte en manos de 10 jóvenes adversarios.
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