JEFTE FIEL CUMPLIDOR DE PROMESAS
La infancia de Jefte fue un poco sombría. Sus hermanos hijos de su padre, mas no de su madre, le despreciaban por el hecho de haber sido hijo de una ramera. Al respeto
El pueblo de Israel, oprimido por los amonitas, suspiro por un jefe que los guiara en la gesta emancipadora. ¿Quién habría de ser sino Jefté, hombre sufrido rodeado ya de un fuerte ejercito? Le llamaron y le dijeron: Ven, sé nuestro jefe”. Jefté, un tanto herido, les dijo: “No me aborrecisteis vosotros, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué, pues venís ahora a mí cuando estáis en aflicción”?. Después de un dialogo en que reino la franqueza, Jefté acepto la dirección de los ejércitos con la condición de que, una vez alcanzada la victoria le nombrarían jefe de la nación.
Antes de empuñar las armas de acero, Jefté se presento al enemigo invitándole a arreglar sus problemas mediante un dialogo sincero. Envió una delegación al rey amonita y le pregunto “Que tienes tu conmigo que has venido a mi para hacer guerra contra mi tierra?. El rey amonita le respondió “por cuanto Israel tomo mi tierra, cuando subió de Egipto, desde Arnón hasta Jaboc y el Jordan, ahora pues, devuélvemela en paz” el argumento parece terminante, pero Jefté no es aquellos que aceptan las razones al parecer claras sin antes hacer sus explicaciones.
Por lo visto Jefté fue un hombre de humilde origen que, gracias a su esfuerzo personal y a su extraordinario valor llego a cimas d grandeza. Allí se distinguió por su bondad, solo fue al campo de batalla después de haber agotado los razonamientos para alcanzar al paz sin ir a la guerra. También fue sincero con sus adversarios y amigos y muy fiel en el cumplimiento de sus promesas.
Su gobierno fue breve solo seis años pero fecundo en acciones para la historia.
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