ADONIAS   EL    HOMBRE    QUE    NO  COMBIO    DE     ACTITUD 
Después de la muerte de Ammón y también de la muerte de Absalón, Adonias se creyó con derecho a suceder a su padre en el trono. Temeroso de que Salomón le quitara el poder, madrugo a proclamarse rey. Lo grave esta en que para hacerlo no esperó la muerte de David, su padre. Este se consumía como un cirio en su vejez. Posiblemente recostado en el regazo de Abisag de Sunem, su ultima esposa. Adonias se hizo rodear  de muchos admiradores, de numerosos carros y de gentes de a caballo. También se hizo respaldar por Abiatar, sacerdote, y otras prominentes figuras de la religión; hoy diríamos de 
Adonias, al verse derrotado, se colgó de los cuernos del altar esto quiere decir que se respaldo en la religión para salvar la vida. Y la salvo. Pero no cambio de actitud, ni dejo sus pretensiones al trono. Muy al contrario cuando pudo soltarse de los cuernos del templo, lugar de seguridad o refugio, como se dice comúnmente, volvió a sus andadas. Quiso tomar a Abisag por mujer. Esto le facilitaría derrocar a Salomón y subir al trono. Salomón, hombre sabio como ninguno, reconoció el ardid y así respondió a Betsabe, su madre, que fungía como abogado del insurrecto: “¿Por qué pides a Abisag sunamita para Adonias? Demanda también para él el reino; porque él es mi hermano mayor, y ya tiene al sacerdote Abiatar, y a Joab hijo de Sarvia”.
Cansado Salomón de la terquedad de Adonias, no estuvo dispuesto a otorgarle nuevo perdón, y lo sentencio a muerte. La sentencia se realizo por mano de Benaia, así sin oposición, se inicio la ruina del reino bajo Salomón.
 
 
 
 
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